Una vez que tus chiles estén asados y pelados, utiliza un cuchillo para hacer un corte longitudinal para extraer las semillas (opcional) y rellenarlos.
Rellena los chiles con tu queso vegano favorito y utiliza un palillo para cerrar el chile. Reserva para usar después.
Para hacer la salsa: licua los tomates, el ajo y la cebolla.
Calienta una olla mediana a temperatura media y agrega la salsa de tomate. Deja hervir suavemente de 7 a 10 minutos o hasta que la salsa se empiece a espesar. Sazona con sal y pimienta y reserva para usar después.
Mezcla para capear los chiles: en un tazón grande combina la harina, fécula de maíz y sal. Vierte el agua mineral en el tazón y bate bien.
En un sartén grande calienta el aceita a 180°C.
Sostén un chile de la parte superior cerca del tallo y sumérgelo en la mezcla sin soltarlo. Deja escurrir el exceso de la mezcla y coloca el chile en el sartén con el aceite. Deja freír aproximadamente 5 minutos de cada lado.
Repite el mismo proceso con el resto de los chiles
Coloca las chiles ya fritos en un plato con toallas de papel para absorber el exceso de aceite.
Sirve los chiles sobre la salsa de tomate.