Coloca los trozos de plátano en una bolsa Ziploc y ponlos en el congelador toda una noche.
Al día siguiente coloca los plátanos congelados y la leche de almendra en la licuadora hasta que tenga la consistencia de un helado.
Si la mezcla es muy espesa, le puedes agregar más leche.
Trata de trabajar lo más rápido posible para evitar que los plátanos empiecen a cambiar de color.
Vierte la mezcla de plátano y leche en un tazón grande.
Agrega la mitad de las nueces picadas y mezcla bien con una espátula flexible.
Con una cuchara mediana ve vertiendo la mezcla en los moldes de paleta y espolvorea las nueces picadas en la parte superior del molde.
Inserta los palitos de madera y congela por lo menos 5 horas.